Los cambios son necesarios. Nos aportan matices, nos renuevan y suponen siempre un reto. Porque el espejo puede ser muy caprichoso y la rutina, más. Aquí están dos de nuestras compañeras dando ejemplo. Isa, en Torrelavega, y Carol, en Santander. La primera encantada con su melena creciente, la segunda adaptándose al flequillo.
Y tú, ¿no cambias?
No hay comentarios:
Publicar un comentario